Vuelta en Manizales, buscando conocer la Universidad Nacional sobre todo, visita al campus
palogrande, de paso el estadio, visita al campus la Nubia, visita al parque
el bosque bicentenario, quedarme en minga house al fin.
Hoy debió ser un día de descanso, por como se planeó, bueno no que se planeará específicamente
de esa forma pero dado mi estado mental de ayer… terminé aceptando quedarme por segundo
día en manizales, pues dije, bien no me viene mal descansar y además aprovechar el día para
de verdad conocer manizales, digo de verdad conocer porque me parece que hace falta tiempo
para ese tipo de cosas, ese sería una ventaja de viajar sin bicicleta y como caminante, viajar lento
me atrae. Y digo debió ser un día de descanso porque finalemente no lo fué, aleatoriamente
tomé la bicicleta y pedaleé todo el día de una lado al otro lado, tremenda etapa de montaña,
espero esto no me cueste para mi camino hacia medellin.
De todas maneras una caminata en la noche me hizo pensar una vez más lo mucho que me
gusta caminar, ser una sombra entre la gente.
Estuve decidido a salir de viaje sin bicicleta, y durante el viaje me he preguntado muchas
veces si debí caminar. Ya de todas formas había pensado que el viaje se convirtió en multimodal
rápidamente y pues que ahora en cierta forma estoy más abierto que cuando
imaginaba mi aventura a que así sea.
Debo admitir que las caminatas siempre han sido geniales.
Cómo se sintió un día “citadino”, pues ruidoso, creo que esta vez al menos de ser indiferente
como comunmente puedo decir que sentí que el campo procovó algo en mi,
inmediatamente extrañé el silencio y los horarios sincronizados con la luz del sol.