La noche fué genial aunque no estoy seguro si descansé bien, soy a veces inconsciente,
me recuerdo precisamente preguntando a Guillermo cómo haría para saber si estoy cansado
y debo descansar.
De lo que si estoy seguro es de que fué una noche genial por varias cosas, por ahorrar un
poquito de dinero, por la adrenalina, por la vista de montaña, las estrellas,por la oscuridad como es cuando no hay una civivlización cerca, los sonidos de la naturaleza, y despertar con la luz del sol, y por su puesto la marihuana para estirar y relajar los músculos.
Durante todas las horas que llevo pedaleando con nadie más que yo mismo para hablar he
tenido oportunidad de dedicarme a libre pensar. De modo que ya que la acampada en condiciones
ideales iba fracasando hasta el momento dediqué buena parte del día a planificar como iba
a hacerlo esa noche, dadas las cercas tuve que primero parar al lado de la carretera dejar la
bicicleta e ir a explorar caminando por un buen lugar, una vez lo encontré, desmontar todo el
equipaje, pasarlo al otro lado de la cerca, ocultarlo, al igual que la bicicleta, porque con todo
junto no hubiese sido capaz. En la mañana con la misma precaución pusé todo fuera de la cerca
antes de ser descubierto, que sensación de libertad, estaba a las 6am en la carretera para
empezar a pedalear de nuevo.
En cierto modo me sentí fuerte este día y pedalee con todo el peso a cuestas a una velocidad
que me permitió llegar a la unal medellin, lo cuál trajo agradables sorpresas de inmediato
descubrir como sebastían había estado siguiendome, esperando mi llegada, como celebró,
almorzamos y descansé en su casa.